lunes, 30 de abril de 2007

«No me psicoanalizo, cada día hago lo que tengo que hacer y me duermo tranquilo»


Ganó dos mundiales con Renault y en el año del cambio es líder con McLaren. Su personaje ha evolucionado en España al mismo ritmo que ha crecido la Fórmula-1. Millones de seguidores y no pocos detractores. El piloto asturiano responde a todo

Se presenta a la cita como vive. Entra rápido en la estancia, se sienta a toda velocidad y a mitad de la conversación se ventila, visto y no visto, un plato de lechuga con pollo y aroma de mostaza. Fernando Alonso tiene 25 años, pero parece mucho más mayor en sus reflexiones. Las andanzas por un deporte inexplorado en España hasta que llegó y una vida minuciosamente inspeccionada en comportamientos y formas han creado un personaje que él rechaza. De todo ello habló con uno de los enviados especiales en la Fórmula-1 de EL COMERCIO y Vocento.

-Es el año del cambio y dicen que usted es el que menos cambia.

-Nunca sabes lo que vas cambiando. Cumples años, tienes más experiencia, más vida y supongo que habré cambiado como lo hace cualquier persona normal con el paso del tiempo. Nada más que eso.

-¿Se psicoanaliza mucho, hace examen cada noche?

-No. Voy por donde va la corriente. No pienso en nada, ni me analizo, ni analizo nada. Cada día me despierto, hago lo que tengo que hacer y me duermo otra vez tranquilo.

-¿Qué ha sido lo más duro en el cambio de equipo?

-No ha habido nada muy duro. Quizá la espera que he tenido hasta llegar a McLaren y también el ansia por saber cómo iba el coche. En 2006 tuvieron un año regular, no iban muy bien. Y cuando se acercó noviembre, diciembre, enero, sí hubo intranquilidad. Estaba muy expectante.

-¿Por eso adelantó plazos y, antes de desligarse de Renault, probó el coche el 15 de diciembre en Jerez?

-Aquello fue por razones técnicas, no por ansia. Pedro y Hamilton habían probado ya el coche en Barcelona y dijeron que era un cambio radical respecto a los neumáticos, otra historia totalmente distinta. Y así era. Fue una buena experiencia, porque la transformación de los coches ha sido radical. Y no sólo para nosotros, sino para todos los equipos.

-Pasan los años y la gente en España sigue enganchada a un deporte casi minoritario hasta que llegó.

-La Fórmula-1 ha evolucionado muy rápido en España. De no haber casi ninguna información, de que en 2003 no se viese ni la primera carrera del Mundial por la tele, hemos pasado a horas y horas de televisión, páginas y páginas en periódicos y a tener 15 ó 20 revistas del motor donde sólo había dos o tres. Y a todas les va muy bien. La gente lo ha acogido muy bien, porque a veces pasa que despunta un deporte, tiene un boom y se queda a mitad de camino. La F-1 ha entrado en casa de todo el mundo, sin agobios, y gustando.

-¿Y cómo será la F-1 cuando no esté?

-No sé a nivel mundial. Tengo algo de curiosidad por saber cómo será en España. No sé qué pasará con esas 15 ó 20 revistas del motor...

-¿Es consciente de que todo esto es por usted?

-No. No creo. No soy consciente de muchas cosas. Es más el interés que ha suscitado este deporte. Los aficionados intentan estar enterados, saben que hay carreras cada dos fines de semana. Intentan comprender las normas, estar atentos.

-Come rápido, anda rápido, conduce rápido. ¿Para qué se toma mucho tiempo?

-(Pausa). No sé. (Larga pausa). No sé, no me gusta demorarme en nada.

-¿Compra rápido, decide rápido?

-Síiiii. Entramos en la tienda, compramos lo que necesitamos y marchamos. ¿Espera, espera! Me gusta descansar. Eso sí me gusta tomármelo con calma. Después de los grandes premios, si no tengo ningún compromiso ni nada que hacer, me gusta estar en casa, 24 horas en casa. Salir el lunes para comprar comida para tres días y no hacer nada especial. Ver tele, jugar a la play, hacer ejercicio. Eso sí lo hago con calma.

-¿Hizo algo especial después de ganar el Mundial?

-No. No hice nada especial por la victoria.

-¿Es su carácter, no le apetecía?

-No, no es eso. Si me apetece algo, no hace falta que gane el Mundial. Igual la semana que viene hago una cosa rara...

«No hago cosas raras»

-¿Cuál es la última cosa rara que ha hecho?

-No hago muchas cosas raras, ja, ja, ja. Comprarme coches teledirigidos, tal vez.

-¿Cuántos tiene?

-Tres. Son de motor de gasolina, nada estrafalario.

-¿Tiene algún amigo en la F-1?

-Sí. Dos o tres amigos y veinte o treinta buenas personas.

-¿Quiénes son sus amigos?

-Ex ingenieros míos que han cambiado de equipo. Hablamos, cenamos juntos y coincidimos en las vacaciones.

-¿Y quiénes son?

-Paul Monagan, trabajaba en Renault y ahora está en Red Bull. Rémi Taffin, ingeniero de motores de Renault. Y nadie más. Son dos.

-¿Es verdad que dijo una vez que para tener un amigo en la Fórmula-1 lo mejor es comprarse un perro?

-Forma parte de la leyenda. No creo que sea para tanto la Fórmula-1.

-Tiene millones de seguidores y muchos detractores en España. Y sin embargo es un persona muy tímida. ¿Cómo se explica eso?

-Es lo que pasa cuando estás arriba, con éxito, siempre en los medios de comunicación y en un deporte muy mediático. Hay gente que te adora y gente a la que no le gustas para nada. No hay punto medio.

-¿Pero no es extraño dada su timidez?

-De siempre, en el colegio, en todos los sitios, ni tenía grandes amigos ni grandes enemigos. Pasaba completamente inadvertido porque soy tímido y nunca me metía en líos ni nada de esto. Sigo siendo esa misma persona, pero cuando estás en todos los frentes y eres tan mediático, la reacción de la gente es apoyarte o castigarte. Es así.

-¿Se mete en menos charcos?

-No. No me meto en charcos nunca. Se exagera a veces lo que se quiera poner.

-Usted mismo lo ha dicho. Cuando se está expuesto al público y es el deportista más conocido del país...

-La experiencia a veces te hace frenar, aunque no lo comparto porque es peor. Siempre digo lo que siento y pienso, y no hay nada malo en ello. Pero cuando comento algo, unos dicen que es muy bueno, otros que muy malo, hay debates, columnas de opinión, y me da por pensar, pues la próxima vez me callo y no digo nada. Ya se lo cuento a alguien por teléfono esta noche.

-La consecuencia entonces es: no se puede ser sincero.

-Sí, se puede ser sincero. Mientras no te afecte lo que luego salga, no pasa nada. Aunque algunas veces... Ni sincero ni no sincero. La respuesta es cuanto menos diga, menos problemas tendré.

-¿Le afectan estas situaciones?

-No, no me afectan.

-¿Qué es lo mejor de McLaren?

-La comida, ja, ja, ja. No, supongo que la capacidad para trabajar y evolucionar un coche. Es un equipo muy grande, ilimitado en recursos y que te da esa seguridad. Cuando estás en McLaren o Ferrari sabes el soporte que tienes detrás. En un mal año serás tercero. Nunca habrá una gran crisis.

-¿Y lo peor?

-No lo he encontrado de momento. Llegarán, claro, momentos más difíciles y podré contestar.

-La burocracia, tal vez.

-Hombre, hay mucha gente con altos cargos y a veces no se sabe muy bien el trabajo de cada uno.

-¿Le hace ilusión algún récord de los que se habla puede superar?

-No estoy al tanto de los récords.

-Siempre sale uno nuevo cada fin de semana.

-Sí, es verdad. Como siempre dije, me gustaría ganar el Mundial con dos equipos distintos. Igual no es un récord, pero sí una satisfacción increíble para mí.

-¿Y eso que quiere decir para usted?

-...

-¿Quiere decir que es muy bueno tenga el coche que tenga?

-Sí. Que he sabido llevar a buen puerto dos escuderías o dos coches.

-¿Siente algo cuando ve a Renault tan lejos de las victorias?

-Tengo buenos recuerdos y amigos en Renault, y preferiría luchar con ellos. Hay gente muy buena ahí dentro. Pero bueno, todos los equipos tienen ciclos y Renault no iba a ganar diez campeonatos seguidos. En algún momento también tenían que bajar. Era una de las cosas que podía temerse y por la que pude cambiar de equipo.

-¿Quién es la persona que más le ha sorprendido en la Fórmula-1?

-Jacques Villeneuve. Le veías así, con esa imagen tan peculiar, con esos monos y no sabías qué pensar. Pero luego era profesional, trabajador, diferente y decía las cosas como había que decirlas.

-Por lo que ha representado, ¿echa de menos a Michael Schumacher?

-No.

-¿Ni como rival?

-No.

-¿Ha cambiado mucho su estilo de pilotaje desde que empezó en los karts?

-Sí. Este año con los nuevos neumáticos hay que ser mucho más dulce, más suave en la entrada de la curva. Hay que conducir mucho más fino. Ya no me vale ese estilo de conducción de entrar a machete en las curvas.

Pantano, su pesadilla

-Siempre ha dicho que un italiano, Pantano, fue su peor rival.

-Bueno, más que eso, era como el Michael Schumacher de los karts. Tiene un año o dos más que yo y corríamos en categorías diferentes. Y en todas las pruebas que yo participaba, él siempre era el dominador. Yo llegaba al podio y él siempre ganaba. Era algo así como el piloto invencible. Luego no tuvo la suerte de cuajar en Fórmula-1. Tuvo una oportunidad en Jordan, estuvo un año entero, pero no lo hizo muy bien y es difícil que te vuelvan a coger cuando has salido una vez. Pocos equipos se arriesgan de nuevo a ficharte. Ahora está en el equipo de Adrián Campos, en la GP2.

-Retirados Zinedine Zidane y Lance Armstrong, ¿a quién sigue con más atención?

-A todos los que ganan, los que hacen algo bueno. Aunque a muchos no los conozca personalmente, seguro que todos han tenido que esforzarse mucho para llegar ahí. Admiro a cualquier número uno en su deporte. Me caen bien, no sé por qué. Después de ver el Mundial de natación, ves a Phelps y lo tienes que admirar sí o sí. También a Kobe Bryant, lo mismo. Y por supuesto a todos los españoles, Nadal, Mengual... Sigo el deporte por internet o como sea y soy consciente del trabajo que cuesta.

-¿Qué le hubiese gustado hacer, ver o haber participado dentro de un deporte?

-La bici. Me gustaría haber corrido el Tour de Francia alguna vez. También jugar con la selección española de fútbol. Algo así. Lo máximo que se hubiese podido en uno de estos deportes.

-Si fuera un aficionado anónimo de la Fórmula-1, ¿a qué circuito iría y a qué piloto animaría?

-Intentaría ir a Mónaco, supongo, y animaría al que llevase el número uno, que era lo que hacía cuando era pequeño. Iba a alguna carrera en Asturias de karts, motos, rallys y siempre aplaudía al coche que llevaba el número uno.

-Al margen de ganar carreras, ¿qué otras cosas le hacen ilusión?

-Me hace ilusión ver a la gente feliz. Cuando llamo a casa, cuando veo feliz a mi familia, a mis amigos. Me alegran el día.

-¿Hay alguna cuestión política o social que le inquiete?

-No sigo mucho la actualidad política. No sabría decir una cuestión concreta de las que hay ahora.

-¿Y eso?

-Supongo que todo está lleno de muchos intereses, muchas falsedades lo que se cuenta o lo que se intenta vender. Y sería de tontos creerse todo lo que leemos o vemos.

-¿Le siguen dando miedo las arañas?

-Sí, arañas, mosquitos, moscas. Cualquier insecto no me gusta.

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