miércoles, 30 de mayo de 2007

Más potencia en el motor de McLaren

La desbocada actitud de Hamilton en pos de la victoria en Mónaco no gustó mucho en el seno de McLaren. Después de hacer un titánico esfuerzo, consiguieron montar los nuevos motores evolución la madrugada del viernes al sábado. Las 500 personas que trabajan en Mercedes acababan de lograr su primera victoria de la temporada: tener a punto y completamente fiable una evolución de propulsor prevista inicialmente para el GP de EE UU, el 17 de junio. Esa fue la sorpresa del fin de semana y el as bajo la manga de la escudería británica para el próximo GP de Canadá en Montreal, en un circuito donde la importancia de la potencia de los motores es mucho mayor que en Mónaco.

La tropa que montó esos motores vio horrorizada cómo Lewis desobedecía las palabras de Ron Dennis y obligaba a Alonso a seguir apretando hasta casi el final de la carrera. Ambos pilotos se pasaron más de tres cuartas partes del gran premio a tope de revoluciones, 19.000, y le dieron un castigo innecesario al motor con vistas a Canadá. Sobre todo porque Massa estaba ya descartado a más de 40 segundos.

El cuidado tendría que haber sido aún mayor al tratarse de una evolución de potencia. Según ha podido saber AS, el motor es un tiro y le proporcionará al asturiano y a Hamilton una ventaja de dos décimas por vuelta respecto al de Barcelona. Es decir, alrededor de veinte caballos más. Ya en Mónaco, los dos McLaren se destaparon con la mayor velocidad punta por primera vez en el año. Sus 289 km/h, superaban en unos dos km/h al mejor Ferrari. En Canadá este aspecto y el de las frenadas serán claves y veremos si la evolución del MP4/22 es suficiente.

El bicampeón usó menos las revoluciones que Hamilton
Los dos motores Mercedes se encuentran en buen estado, pero Alonso fue más cuidadoso con las revoluciones que su rival. Sobre todo en las primeras vueltas. En esos diez pasos por meta iniciales, el bicampeón español redujo el régimen del propulsor para ahorrar combustible y por eso consiguió no gastar 3,2 kilos que le sirvieron para alargar su primera parada. En cuanto podía, bajaba de las 19.000 vueltas a 18.500 o 18.200. Sobre todo después de la última parada en boxes. Hasta que apareció Hamilton a su espalda, redujo el grifo al máximo. Y también durante esas vueltas en las que nos puso el corazón en un puño con el inglés pegado. Como Lewis no cesaba, volvió a subir la rueda que regula este aspecto del motor y logró la distancia de cuatro segundos que les separó en la meta.

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