«Ahora está todo muy igualado, no hay favoritos para ganar el Mundial»

Alonso asegura que se siente «cómodo con los ingenieros de McLaren, son buenos profesionales y mejores personas» El piloto asturiano lamenta «la escasez de técnicos españoles en los circuitos» y desvela que «de pequeño desmontaba y montaba el motor de mi kart»
BECAS. El presidente de Cajastur, Manuel Menéndez, y el bicampeón del mundo de Fórmula-1, Fernando Alonso, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

La pretemporada de la F-1 entra en su recta final con las sesiones de entrenamientos en el circuito de Sakhir (Bahrein), que arrancan hoy, y el bicampeón del mundo, Fernando Alonso, reconoce que «está todo muy igualado y no hay favoritos todavía para ganar el Mundial». Aun así, el piloto asturiano -que ya ha probado su plateado McLaren Mercedes en el circuito de la Comunidad Valenciana, en el de Jerez de la Frontera y en el de Cataluña- se muestra optimista: «Ahora mismo me siento bien».

Aunque, en opinión de Alonso, no hay candidatos claros para hacerse con el Campeonato del Mundo, que comienza el 18 de marzo en Australia, una de las 'revelaciones' de la pretemporada está siendo el piloto polaco Robert Kubica, en las filas de BMW Sauber. Un corredor rápido y atrevido que puede sumarse a Kimi Raikkonen en la lista de principales rivales del asturiano.

Fernando Alonso comentó sus impresiones en la presentación de las nuevas becas para ingenieros impulsadas por Cajastur, un acto desarrollado ayer en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. El piloto, vestido con el estilo que dictan sus nuevos patrocinadores (sudadera blanca de capucha 'Hugo Boss', vaqueros negros y zapatos 'pelotas') aprovechó su intervención pública para destacar que se siente a gusto con los técnicos de la escudería de Ron Dennis. «He tenido la suerte de tener buenos ingenieros en Renault, que me han enseñado muchísimo a entender el coche. Y, ahora, estoy muy cómodo con McLaren Mercedes porque son buenos profesionales y, sobre todo, buenas personas, que es lo más importante», afirmó.

Alonso subrayó, además, que «la comunicación entre los técnicos de pista y el piloto» es «fundamental» para triunfar en la Fórmula-1. «Entre llegar el primero o el décimo, puede haber tan sólo dos o tres décimas de diferencia. Cualquier detalle del coche puede influir», recalcó el bicampeón. Como ejemplo, explicó que cuando los pilotos llegan a repostar «tienen tan sólo 300 gramos de combustible». Una cantidad medida y estudiada al milímetro para perder el menor tiempo posible en el repostaje, eso sí, «sin gripar el motor», matizó entre risas.

Para impulsar la comunicación en McLaren, el 'Nano' habla con los dos ingenieros específicos de su monoplaza «mañana y tarde, durante los siete días de la semana». En concreto, Mark Slide, su principal ingeniero de pista, se ha convertido en uno de los nuevos hombres de confianza del campeón ovetense.

Alonso, además, lamentó que «haya escasez de técnicos españoles» en los circuitos profesionales en la alta competición. En esta temporada, sólo siete ingenieros españoles participan en equipos de Fórmula-1: Williams, Súper Aguri, Spyker, Renault (3), y también McLaren. «Se necesitan ingenieros de todo tipo: de aerodinámica, de motor, de suspensión También de informática porque los monoplazas cada vez tienen más sensores electrónicos», planteó.

Pasión por la mecánica

Además de conversar con los técnicos de su escudería a diario, Alonso admitió ayer su pasión por todo lo que tenga que ver con la mecánica. De hecho, en sus inicios en el kárting se ganaba unas 100.000 pesetas mensuales arreglando los vehículos de otros niños. Una pasión que, a su juicio, le hizo «conocer mejor» el comportamiento de su coche.

«Cuando te haces piloto, te haces también un poco ingeniero», comentó el deportista asturiano. Y desveló que, de pequeño, cuando entrenaba en el Circuito de Asturias, le gustaba «montar y desmontar» los motores de su kart. «Eran como mi juguete, mi 'mecano'», admitió con una sonrisa. Aunque, reconoció, no es lo mismo arreglar un kart que los sofisticados bólidos que ruedan en la Fórmula-1. Un 'gran circo' que no se detiene y, así, tras la rueda de prensa en Madrid, Alonso se subió a un jet privado en el aeropuerto de Torrejón para volar hasta el reino de Bahrein.

En el desértico circuito de Sakhir, donde los pilotos soportarán temperaturas superiores a los cuarenta grados, se celebrarán los penúltimos entrenamientos de la pretemporada, que se prolongarán hasta el día 24 y, posteriormente, se reanudarán del 27 al 1 de marzo.