domingo, 22 de abril de 2012

Víctimas tras la cortina de Sakhir

Víctimas tras la cortina de Sakhir

Hoy se disputa el gran premio de F-1 en el que menos se ha hablado de lo que ocurría en la pista y más de todo lo que sucedía fuera del circuito.

 

Algunas informaciones apuntan a dos muertos en las manifestaciones en las poblaciones cercanas a un circuito donde todo parece normal El policía apenas mide un metro y medio, pero pesará más de cien kilos. Lleva una rifle de asalto, mira al periodista con cara de haber hecho la mili con Stallone, se lleva la mano a su arma y apunta para al instante dejarla caer sobre sus piernas y esbozar una tétrica sonrisa que deja al aire dos dientes de oro. "Es pakistaní, la gente de Bahrain es buena gente, ése es un loco", explica el chófer en susurros.
Es el único control de Policía que había ayer en las cercanías del circuito de Sakhir. Según distintas fuentes, la estrategia de las fuerzas de seguridad del país cambió después de que el viernes la carretera estuviera prácticamente tomada por Policía y Ejercito. Lo que hicieron fue enviar grupos de 500 a 1.000 policías armados a las poblaciones cercanas para, desde dentro, cerrar el paso a manifestantes que pudieran cortar la carretera o hacer peligrar la imagen ante la avalancha de occidentales que viven la F-1. Para que nosotros estemos seguros hay gente sufriendo. Así de duro...
Las manifestaciones se sucedieron ayer, pero de manera más contenida que el viernes. Ese día fue cuando perdió la vida el joven Salah Abbas Habib, descubierto ayer en una finca de Shakura tras participar en una protesta. Según ha podido saber este diario, al menos otra persona podría haber fallecido por la represión policial, pero aún no hay confirmación oficial. Además, según el jefe de la seguridad, podrían ser especulaciones de los medios de comunicación. A esa misma teoría se apuntó Jean Todt en el circuito.
El presidente de la FIA explicó que los medios "solo destacan a una minoría del 10% que está contra la F-1". Lo dijo mientras se iluminaban las luces alrededor de las palmeras del paddock, los periodistas comían en una típica barbacoa árabe y en la zona comercial un imitador de Michael Jackson gritaba como el rey del pop. En el circuito todo parecía normal, pero tras la cortina de Sakhir otra realidad habla de víctimas mortales y más de cien heridos en los últimos días por las protestas.
  
Manuel Franco | 22/04/2012
As

 

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